- En primer lugar, cuando vayáis a vuestra nueva ciudad llevad algo visto, no hagáis como nosotras que fuimos un poco incautas y nos fuimos a la aventura... Mirad por internet los barrios que más os interesan, y si están lejos del hospital, que haya buena comunicación con metro o autobús. Una vez en dicha ciudad, echadle el ojo a los kioskos... Siempre hay un periódico especializado en el que vendrá una sección enorme de pisos para alquilar, o de gente buscando compañeros de piso, según prefieras. También puedes, cuando visites tu hospital, dejar tu número de teléfono a un par de residentes de tu servicio, o colgar algún anuncio en la cafetería o en los múltiples foros del MIR que hay en internet, ¡hay mucha gente en nuestra situación!
- En ese aspecto nosotras lo teníamos bastante claro, queríamos un piso que estuviera lo suficientemente cerca del hospital como para poder ir andando, pensando en que cuando salgamos de trabajar o después de una guardia lo que apetece es llegar a casa cuanto antes, y estar en tu casa en menos de veinte minutos sin otro medio de transporte que no sean tus pies creo que es algo que no se paga con dinero.
- Cuando vas a una ciudad grande a buscar piso me han dicho que algo muy útil es preguntar a los porteros de los edificios, que suelen tener mucha idea de si hay algún piso para alquilar en su edificio o en los circundantes. No sé si será verdad o no, en nuestro caso puedo decir que los porteros con los que hablamos (y fueron muchos, pero muchos) siempre decían que no había nada para alquilar y que no sabían nada. Da la casualidad que el barrio en el que está mi hospital es un barrio caro, pero a la vez lleno de estudiantes porque la universidad está al lado, así que hay pisos para todos los gustos. Así que desde el momento que nos dimos cuenta que también se trataba de un barrio de estudiantes, cada vez que íbamos a hablar con un portero lo primero que decíamos es que somos médicos, pues hay mucha gente que no quiere alquilar pisos a estudiantes, y por nuestra pinta aún podemos pasar por estudiantes en busca de piso. Y ni que decir tiene que desde que empezamos a decir que éramos médicos casualmente había más pisos para alquilar... Aunque, todo hay que decirlo, a muchos teléfonos de anuncios a los que llamamos e incluso en una inmobiliaria que visitamos no nos podían ofrecer sus servicios porque sólo alquilaban pisos para estudiantes. En fin.
- Por supuesto además de los porteros están los carteles fosforitos colgados en los portales... Nuestro primer día se puede resumir como "a la caza del cartel fosforito y del portero enterao". Cuando ves uno desde lejos ya intentas descifrar cuantas letras tiene, para descubrir si pone que "se alquila" o "se vende", para una vez identificado el primero, marcar eufóricamente las teclas del teléfono móvil rezando porque no hable el dichoso buzón de voz y al otro lado del teléfono esté el salvador de tu búsqueda.
- Y cómo no, están las inmobiliarias. Nosotras decidimos que cada vez que nos encontráramos una entraríamos, porque aunque luego haya que pagar es bastante probable que como mucho en unos pocos días te encuentren el piso perfecto que tú con todas tus estrategias no habías logrado encontrar. La mayoría de las inmobiliarias a las que nos aventuramos a entrar nos dijeron que no había muchos pisos por estas fechas, por estar la mayoría ocupados por estudiantes, pero que nos elaborarían un dossier con los pisos disponibles para dentro de una semana o dos... Pobres cuando nos llamen para decirnos que está listo, pues ya encontramos... Hubo incluso una inmobiliaria que nos dijo que no éramos candidatas susceptibles a sus servicios, pues sólo gestionaban pisos de estudiantes. Ver para creer. Aunque nosotras terminamos por sucumbir ante una de ellas, nos encontraron el pisito perfecto, ese que jamás piensas que vas a encontrar: limpio, bien cuidado, luminoso, insonorizado, exterior, en una calle ancha, en un edificio apañado, con habitaciones amplias y muebles bonitos y, sobre todo, a cinco minutos andando del hospital y a dos de la parada de metro.
- Informaros bien de los precios de la zona y de cómo va lo de los contratos de alquiler y esas cosas. Nosotras encontramos un pisito estupendo, recién reformado y muy muy bien de precio pero el dueño sólo nos lo alquilaba si firmábamos por cinco años, o bien, si nos íbamos antes, teníamos que pagarle una mensualidad por cada año que no nos quedáramos, y no sé si será legal, pero muy concordante no me suena la verdad...
Con todo esto que os he contado ya sólo falta un poco de paciencia y ánimo por vuestra parte para ver cualquier clase de piso que os podáis imaginar. En esto aconsejo poner la mejor de vuestras sonrisas y asentir a lo que os digan los caseros y/o porteros, porque veréis pisitos ideales, aunque un poco pequeños, o sin muebles, o muy caros, ... pero también os enseñarán otros que os asombraréis del dinero que piden por ellos, si en vez de pagar tú te tendrían que pagar a tí por vivir ahí, pisos sucios, oscuros, no cuidados... En fin que puede dar para escribir un libro sobre la ruta turística inmobiliaria.
En próximas entregas os presentaré (si ella me deja claro) a mi nueva compi de piso y de hospi.
Besicos a todos y ¡suerte en vuestra búsqueda!
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